Juanse cerró el festival Calle Angosta Rock

A medida que avanzaron las noches del Calle Angosta Rock, la organización logró que el paso de las bandas por el escenario del Alfonso y Zavala fuera más fluido y el domingo, en vísperas del Día del Trabajador, los conjuntos pasaron con tal agilidad que poco después de la medianoche, Juanse, el encargado del cierre, hizo sonar “Ceremonia”, el tema con el que abrió el concierto, y el público agradeció su llegada más temprana, marcada por un frío atroz.

El viernes, en la primera fecha, “La mancha de Rolando” empezó su show poco antes de las 3 y al día siguiente “Catupecu machu” se despidió rondando las 2, por lo que el paso del líder de “Los ratones paranoicos” en un horario más acorde fue el inicio de un recital de primer nivel.

El estupendo guitarrista mostró su vigencia con el instrumento y presentó una batería de hits (“Ya morí”, “El rock del pedazo”, “El rock del gato”, “Sucia estrella”, “La nave”, “Sigue girando”, “Para siempre”) de su antiguo grupo, una circunstancia que sumada a la presencia Pablo Memi, el bajista paranoico, llevó al público a algo parecido a un recital de “Los ratones”.
Con muy escaso diálogo con la gente (apenas un saludo corto al inicio y la ida sin previo aviso), Juanse prefirió hablar a través de la música, con largos instrumentales que evidenciaban su virtuosismo y lo bien que lo pasa tocando la guitarra.

Como en las noches anteriores, antes del número final, diez bandas de la provincia amenizaron desde las 18 (minutos más, minutos menos) una jornada que tuvo algo de tristeza como toda despedida, pero que fundamentalmente fue de celebración del rock. “Fangal” y “Jah es el momento” viajaron de San Luis para abrir las jornadas con metal y reggae y recibir los primeros aplausos de la gente. Luego pasaron otras dos bandas, villamercedinas, marcadas por la delicadeza y por la presencia femenina: “Les petricor” y “Blanco amapola”.

Para completar el carácter federal de la fecha final, “Chingones” le puso punk merlino al escenario y subió la temperatura con su versión de “El ojo blindado”, de “Sumo”, una banda inspiradora para muchas de las que estuvieron en las tres noches de rock.

Luego pasaron una serie de grupos que le hicieron honor a la ciudad anfitriona y que se ganaron más aplausos y admiración en su tierra. “Ave negra” reafirmó todas sus credenciales; “Silent” aportó un poderío sónico para tener en cuenta, “Super avit” terminó con saldo positivo, “Sr. Blues” le dio vida a una género que tuvo mucha presencia en el festival, ahora con un grupo de experimentados integrantes, y “Passaje”, una vez más, sorprendió con esa mezcla de impacto visual, música para volar y estética cuidada que los llevaron a ser una las bandas más importantes de su ciudad.

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